miércoles, 9 de febrero de 2011

CAPITULO 19

Después de regresar al hotel Venecia, ________ y Nick se fueron por caminos separados, hacia sus respectivas habitaciones, para prepararse para la noche. Ella había pasado una tarde maravillosa con él, pero dado que hacía unos cien grados en el exterior, definitivamente necesitaba una ducha antes de que salieran en busca de un nuevo talento.

Desde luego, cuando recorrió su cuerpo con la pastilla de jabón y dejó que el agua caliente cayera sobre ella, se acordó de cuan húmeda y enjabonada había estado con él la noche anterior. Se acordó de que aquel había sido el mejor y el más poderoso sexo de toda su vida.

Y pensó en el rato tan divertido que había pasado con él aquel día y cómo, en algún momento durante el paseo, le había ocurrido algo más sorprendente aún: la nueva ________ había parecido desaparecer. Pensó que había sido como una combinación entre la nueva y la vieja ________, y que aquella igualdad solo la hacía pensar que se había comportado como la auténtica ________. Porque nada de lo que había dicho ni hecho con él había sido fingido. Había dejado de ser todo calculado, planeado, practicado; de alguna manera, acababa de empezar a sentirse ella misma cuando estaba con él, una persona que a veces era estúpida, otras sensual, y todo lo que quedaba entre las dos cosas.

No podía evitar pensar en que Nick había descubierto aquella nueva y auténtica ________. Y que en los pocos días que habían pasado, nunca se había dado cuenta, nunca se había sentido tan... completamente consciente de quién era, como lo hacía ahora repentinamente.

«Deja de pensar de esa manera», se regañó a sí misma, mientras se ponía una camiseta de lentejuelas sin mangas y una minifalda. Porque pensar de aquella manera solo la hacía sentirse conectada a él. No solo físicamente, sino también emocionalmente. Y allí no había sitio para ninguna emoción, ¿o sí lo había?

«Mierda. Déjalo ya».

Estaba de pie delante del tocador, maquillándose, y fue entonces cuando decidió que debía seguir unas cuantas reglas durante el resto de la semana:

1. Aprende tu trabajo nuevo.

2. Concéntrate en los aspectos físicos de la relación.

3. Evita cualquier otra emoción que suponga un romance o compromiso.

4. Haz a un lado cualquier pensamiento que te recuerde cómo estás engañándole.

5. Y fóllatelo a la primera oportunidad que se te presente.

Decidió concentrarse especialmente en el número cinco, y dado que la noche estaba empezando y las luces de la Ciudad del Pecado empezaban a brillar ya en el anochecer que se exhibía en las ventanas de su pared, supuso que no tendría que esperar mucho tiempo para hacerlo.

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