miércoles, 9 de febrero de 2011

CAPITULO 41

LOS REVESES DEL PECADO

Todo gran afán por la búsqueda de la riqueza, el placer, o el honor,

no puede existir sin el pecado.

Desiderius Erasmus

CAPÍTULO 01

________ estaba agotada. Apenas había dormido en días. Quizás en semanas. Había regresado de Las Vegas destrozada física y mentalmente, y desde las dos semanas que habían precedido a aquel momento el descanso había sido casi inexistente.

Se sentó en la mesa de su despacho con la cabeza entre las manos. Su nueva mesa de despacho, en las oficinas de Blue Night, colocada en una diminuta esquina. Había decidido seguir trabajando desde la oficina, a pesar del hecho de que Nick lo había estado haciendo desde casa, porque comúnmente se pasaba la mitad del día encargándose de las cosas que la nueva secretaria de Jenkins todavía no sabía hacer y que — ________ temía— no llegara quizás a saber hacer nunca.

Justo en aquel momento, la chica nueva, Collete, aparecía por la esquina.

— ________, la fotocopiadora está otra vez atascada. Y el reportero del que te hablé antes ha llamado otra vez preguntando por Jenkins, y no estoy segura de que me crea cuando le digo que no está aquí en este momento.

________ se limitó a suspirar. Después arregló la fotocopiadora. Y le explicó a Collete que simplemente siguiera mintiéndole al reportero, explicándole que «no importa si te cree o no». Por supuesto, ella nunca había tenido que mentir diciendo que Jenkins no estaba en la oficina, todo aquello había empezado solo hacía dos semanas, desde que había saltado la noticia del despido de Nick. Pero a diferencia de ella, no pensaba que a Cohete le importara mucho mentir, lo único era que no se le daba muy bien hacerlo.

Cuando regresó a su propia mesa, ________ contempló cómo ocuparse del resto del día, sin contar con las futuras interrupciones de Collete. Rápidamente supo que tener un trabajo tan poco organizado hacía fácil aplazar las cosas menos deseables.

Como volver a llamar al nuevo manager de los Blush. Supuso que había sido muy inteligente de su parte contratar a uno, pero ¿por qué tenían que ir y elegir a un tirador tan fuerte como Tommy Max, el chico más duro de todos Los Ángeles? Había sido un incordio para ella durante toda la semana, reclamando cosas que ella ni siquiera sabía cómo solucionar.

También tenía un mensaje en su mesa de Malcolm Barstow, que había heredado de Nick y que no se alegraba en absoluto de que él ya no estuviera allí. Amenazaba con irse una vez que le cumpliera el contrato y ella no tenía ni idea de cómo convencerlo para que no lo hiciera, especialmente ahora que era lo suficientemente grande como para irse con una discográfica más importante si quería.

Una vez había pensado que ser representante de A&R le daría la sensación de ser importante, de sentirse segura. ¡Ya! Todo lo que le había dado aquello eran dolores de cabeza. Y además, un corazón roto.

Era extraño, solo había estado con Nick una semana, pero no podía acostumbrarse a dormir sin él otra vez. La cama le había parecido muy solitaria cuando su matrimonio con Wayne se había roto, pero aquello era diferente. Era más una necesidad profunda, más que un sencillo sentimiento de soledad.

No había visto ni había oído hablar de Nick desde la noche en la que, cubierta de lágrimas, había abandonado su habitación. Y odiaba —simplemente odiaba— saber que él pensaba que era un tipo tan desagradable de persona. El tipo de persona conspiradora y manipuladora. Aunque el negocio del espectáculo estaba lleno de aquellas personas, así que bajo las circunstancias, no podía culparlo de ello.

Solamente deseaba... bueno, no estaba segura de qué era exactamente lo que deseaba.

Si no hubiera aceptado los planes de Jenkins desde el principio, nunca hubiera llegado a conocer a Nick. Y si hubiera sido honesta con él en algún momento durante la semana que habían pasado juntos, las cosas hubieran sido completamente diferentes. Él no se hubiera enamorado de ella, de eso estaba segura.

Solamente deseaba... estar en la Ciudad del Pecado, con Nick, aprendiendo más cosas acerca de las nuevas formas de pecar.

Cuando alguien apareció por la esquina de su mesa, ella esperó ver a Collete, pero en lugar de eso encontró a Kelly cuando levantó la cabeza, con un imponente traje de color coral.

—Eh —le dijo su amiga. —¿Cómo lo llevas?

Kelly, por supuesto, estaba al tanto de todo lo que había pasado. Bueno, no sabía lo que había sucedido en el Rendezvous ni en el Caligula's, pero sabía lo del sexo y el amor, y la angustia. Sabía que a ________ la había destrozado que hubieran despedido a Nick y que tuviera que ver las noticias del pleito de Claire Starr en cada uno de los encabezamientos de noticias sobre el espectáculo. Y sabía que a ________ le estaba costando mucho adaptarse a su nuevo puesto de representante de A&R.

________ se limitó a encogerse de hombros.

—Bueno, de aquella manera —pero entonces, lo reconsideró. —Aunque me da miedo hablar con Malcolm Barstow y con Tommy Max, así que no puedo reunir lo necesario como para devolverles las llamadas. Puede que quizás una respuesta más adecuada sea... fatal. Me va fatal.

Kelly hizo una mueca de dolor.

—Lo siento. Y quizás este no sea el mejor momento para decírtelo, pero... acabo de recibir un comunicado de prensa que dice que Nick va a lanzar su nueva discográfica.

Ella se sentó erguida, estaba sorprendida.

—Estás de coña.

Kelly negó con su cabeza hermosa y rubia.

—Ha encontrado unos cuantos inversores que creen en él, y está de vuelta en el negocio. Va a llamar a la discográfica Inspiración.

—Oh, ¡eso es genial! —dijo ________. La música era la vida de Nick y ella se sintió feliz de saber que estaba labrándose un nuevo lugar para él en la industria con tanta rapidez.

—¿Genial? —Kelly parecía horrorizada. —No, no es genial. Es horrible. No necesitamos ese tipo de competición ahora mismo —Kelly siseaba ligeramente, y adoptó una expresión de disculpa. —No te ofendas, pero...

________ asintió desapasionada.

—Pero no sé lo que estoy haciendo. Estoy de acuerdo contigo. Así que probablemente tengas razón. Estas son terribles noticias para Blue Night. Aun así... me alegro por Nick. No se merecía nada de lo que le ocurrió.

—Oh, aquí tienes tu correo —Kelly dejó caer un puñado de cartas en el buzón que había en una esquina de la oficina de ________. —Cohete vio que me dirigía hasta aquí y me pidió que te lo trajera. Vaya una vaga. Me preocupa, ________. No creo que esté avanzando mucho.

________ suspiró.

—Sí, lo sé. Todo el lugar está desmoronándose a nuestro alrededor.

—Y yo tengo que ocuparme de la pesadilla de las relaciones públicas. Yupi por mí —Kelly señaló hacia atrás por encima del hombro. —Así que será mejor que vuelva. Pero... hablando de Nick, ¿cómo te va en ese aspecto? Espero que por ahora estés olvidándote un poco de él.

Otro largo suspiro salió de ella, el que supuso que respondería perfectamente bien a la pregunta de Kelly. Aparte de todo lo demás, el recuerdo de él —de ellos, juntos— la hizo sentir como si le estuvieran aplastándole el pecho.

—Oh, cariño —dijo Kelly, y tendió el brazo para apretujarle la mano. —¿Quieres que nos emborrachemos después del trabajo?

Nunca en la vida había salido ________ a propósito para emborracharse y utilizarlo como una manera de escapar de los problemas o el dolor. Simplemente no era propio de ella. Así que, aunque le pareció muy tentadora la idea, le dijo:

—Gracias de todas maneras, pero voy a intentar enfrentarme a ello sobria.

Después de que Kelly se fuera, ________ cogió el nuevo paquete de correo, y se quedó boquiabierta cuando vio el remitente de la primera carta. ¡Venía de la alucinante Mansión de Playboy! Al abrir el caro papel, encontró una invitación a una de las fiestas de pijama más famosas del lugar. Oh, Dios.

Era su peor pesadilla volviéndose realidad. Exactamente el tipo cosa que había temido. Porque tenía que ir. Porque necesitaba conocer a más gente, encontrarse con otros de la industria del espectáculo y del ambiente de fiesta de Los Ángeles.

Pero no podía.

No solo por las razones que había esperado, no solo porque le horrorizara la idea, o se sintiera insegura o avergonzada. Simplemente no quería ir a ningún lugar con aquel tipo de aura sexual sin que Nick estuviera cerca de ella.

Y... ¿qué pasaba si Nick estaba allí? ¿Con otra mujer? ¿O con más de una? No pensaba que pudiera soportar algo así. Todavía tenía sus heridas muy recientes.

Oh, ¿a quién estaba engañando? No estaba segura de que alguna vez pudiera ser capaz de aceptar algo así.

«Así que no puedes devolverle las llamadas a tus artistas.

Y estás rechazando conscientemente oportunidades de establecimiento de contacto con la gente más reputada del negocio.

Sí, estás haciendo un trabajo realmente excelente, ________ ». Justo entonces, sonó el teléfono de su mesa y ella lo cogió, deseando que no fuera ni Tommy Max ni Malcolm. — ________ ________.

—Eh, sí, hola. Soy Austin. Austin Colé. Nos vimos hace unas cuantas semanas.

¡Oh, vaya! Cuando el despido de Nick había llegado a antena, Cohete había recibido un mensaje de la madre de Austin cancelando su reunión. ________ se había sentido profundamente decepcionada, y supuso que ellos habían decidido irse con otra discográfica, pero habían pasado tantas cosas, que no había insistido más en ellos.

—Sí, por supuesto. Hola, Austin. Me alegra tener noticias tuyas. Espero que pronto pueda volver a encontrarme con tu madre y contigo.

—Por eso te llamo —dijo el chico. —Está presionándome para que me vaya con los tipos de la otra discográfica. Pero eso se debe principalmente a que Nick fue despedido y todo eso. Así que... supongo que estoy algo confuso. En realidad, no quiero abandonar Blue Night hasta que no hayamos hablado algo más.

—Como te dije en una ocasión, me encanta hablar más. Y puedo entender perfectamente las preocupaciones de tu madre, pero... —suspiró, no estaba segura de cómo de sincera tenía que ser, aunque dado que la sinceridad era su inclinación natural, decidió seguir adelante. Solo Dios sabía que las mentiras no la habían llevado muy lejos. —Para que quede entre y tú yo, Austin. Puedo asegurarte que Nick es inocente de todo lo que lo acusan, solo está pasando un mal momento. Así que, por favor, te pido que no bases tu decisión en lo que escuches en los medios de comunicación.

Al otro lado del teléfono, Austin volvía a suspirar, y ella pudo sentir su confusión. Dios, no era más que un adolescente, ni siquiera había salido todavía del instituto. ¿Cómo se supone que iba a saber qué hacer, cómo escoger la elección correcta? Y puede que toda su carrera dependiera de esa decisión.

El corazón le aporreó con fuerza contra el pecho cuando se dio cuenta de lo que estaba a punto de hacer, pero no pudo controlarse. Porque era lo correcto. Era la cosa más correcta que había hecho desde hacía un par de semanas.

—Austin, ¿puedo darte un consejo, un consejo de corazón, que quede solo entre tú y yo?

—Sí, claro.

—Nick acaba de crear una nueva discográfica, se llama Inspiración. Y a pesar de todo lo que le ha sucedido, es un buen tipo, y desde mi punto de vista, el mejor a lo que música se refiere. Si yo fuera tú, me iría con él.

Cuando colgó el teléfono unos quince minutos más tarde, se dejó caer sobre la mesa y descansó allí la cabeza. Acababa de dejar escapar la oportunidad de crear algo importante para Blue Night, su oportunidad para dejar su marca en la industria.

Mierda.

Pero todavía sabía que había hecho lo correcto. Por muchas razones.

Así que en lugar de machacarse por ello, solamente rezó para que Jenkins nunca se enterara de lo que acababa de hacer, después volvió a coger el teléfono y marcó la extensión de Kelly.

—Kelly Mills, Relaciones Públicas de Blue Night Records. —He cambiado de opinión. Son casi las cinco. Vayamos a emborracharnos.

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